domingo, 28 de marzo de 2010

Driada

Su surcada piel temprana me invita a cobijarme en su frescura,
en su espesura se derraman mis más variados deseos,
una pasión premeditada se precipita en su cintura
con ansias locas que desnudan; el cuerpo inerte me espera,
un corazón de madera clava astillas al contacto,
y uno queda encadenado; ella convierte en prisionero,
se hacen grilletes las delicias, fruto y germen del encuentro,
su lazo eterno en mí se arraiga, y me oxida de deseo…
así es la dríada que quiero a pesar que ella lastima,
me hace falta su caricia a veces áspera y arcana,
a veces bella, eslabonada, a veces delicada y siempre fría.

2 comentarios:

  1. insisto en que es sexy...

    es lo único que me viene a la mente, me gustó mucho, tiene un toque sensual (o no sé si sólo soy yo) pero realmente es lo que me inspira cada vez que lo leo (para que veas que los leo más de una vez ;) )

    saludos y gracias por regresar al blog!!!

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  2. Ajam... que puedo decir... es una composición un tanto rara, que cierta obscuridad o tragedia, pero con un toque que no puedo definir.

    Transmite la sensación de frialdad, de una mujer por veces cálidad, por veces helada en la que el puro efecto físico del amor no trasciende a la calidez que el mismo entraña.

    Refleja una necesidad de caricias, aun a sabiendas de que éstas podrán ser frías, ásperas, aunque al fin y al cabo caricias.

    Muy bien Khalion.

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